Durante un mes el paisaje industrial de Avilés marca la rutina de la artista.

Una pequeña ciudad que intenta abrirse al turismo, con una marcada historia industrial tras sus espaldas, vive entre la industria como patrimonio, ruina o recuerdo demolido.

La ría divide el mundo contemporáneo, nunca mejor dicho estando situado el centro Niemeyer a su orilla, de las grandes chimeneas que expulsan vapor de agua sin cesar y entre el recuerdo de los tiempos de los altos hornos. En esta ciudad asturiana las contradicciones rayan lo sublime.

Abierta al público, podrás disfrutar de la exposición hasta finales de octubre. ¡No pierdas la oportunidad de contemplar grandes obras de arte contemporáneo mientras saboreas uno de nuestros deliciosos pinchos!